La popularidad del entrenamiento funcional es cada vez más latente no solo en centros deportivos específicos de esta disciplina, sino también en gimnasios convencionales que adaptan su oferta a dicha demanda.
Este tipo de entrenamiento hace mención a una metodología específica gracias a la cual realizamos ejercicios que se adaptan a los movimientos naturales del cuerpo para trabajar de forma global nuestros músculos y articulaciones, con las consiguientes ventajas que ello conlleva.
Como ejemplo de ello, fíjate en una sentadilla, el movimiento ideal para agacharnos a recoger un objeto del suelo, y en la que entrará en juego numerosa musculatura para una correcta funcionalidad.
Por ello, vamos a desgranarte los beneficios de practicar entrenamiento funcional, encontrando muchas razones no solo por su auge, sino por las causas por las que debes practicarlo.
Ventajas o beneficios del entrenamiento funcional
1. Gran transferencia a tu día a día (y en otros deportes)
Con este tipo de entrenamiento no solo te pondrás más fuerte, sino que serás más funcional, y eso lo podrás aprovechar en tu día a día o complementario a otros deportes.
Podrás notarlo al disminuir tu cansancio o fatiga en acciones cotidianas como cargar bolsas de la compra, subir escaleras,… y otras tantas que realizamos casi sin pensarlas.
Además, podrás aprovecharte de ello si practicas otros deportes, pues no solo compensarás la musculatura menos implicada con su acción, sino que además fortalecerás los músculos más implicados, por lo que mejorarás tu rendimiento.
Así mismo, mejora la relación entre el sistema nervioso y el musculoesquelético, para obtener patrones de movimientos rápidos, de reacción y con gran alcance.
2. Fortalecerás la musculatura de forma global (y mucho la central)
El entrenamiento funcional está precisamente destinado a trabajar de forma global nuestro cuerpo y no de forma aislada, por lo que serás mucho más eficiente, ya que trabajas numerosas cadenas musculares con un mismo movimiento.
Así, mejorarás tu fuerza de manera global, la cual podrás aprovechar para cualquier tipo de acción posterior o rutinaria que realices.
De manera más específica, esto repercute directamente en la activación de la zona central o núcleo con la consiguiente mejora en la estabilización que nos otorga.
Por ejemplo, en una sentadilla trabajarás cuádriceps, glúteos, isquiotibiales, zona media, etc, y te ayudará en casi cualquier acción del día a día que se involucren las mismas, no solo de fuerza, sino postural o de estabilidad.
3. Quemarás más calorías (en menos tiempo)
En línea de lo anterior, parece obvio. A mayor cantidad de musculatura involucrada, más calorías quemaremos en un mismo entrenamiento.
Por ejemplo, si trabajamos los grupos musculares de las piernas de forma aislada, necesitaremos más tiempo no solo para un trabajo completo sino para quemar las mismas calorías que con un ejercicio funcional.
4. Mejorarás todas las capacidades (fuerza, flexibilidad, estabilidad…)
También mejorarás notablemente todas estas capacidades, ¡ninguna se resiste!
El entrenamiento funcional trabaja mucho la estabilidad del cuerpo, la flexibilidad, el equilibrio, la movilidad y la fuerza, entre otras.
Gracias a esta combinación de factores, tu cuerpo notará una gran mejoría en la estabilidad, además de favorecer el fortalecimiento de tu salud.
5. Mejora la postura corporal
Las incorrectas posturas del cuerpo a lo largo del día, o las situaciones de estrés que pueden darse, pueden dar lugar a desequilibrios musculares.
Con este tipo de entrenamientos podrás conseguir corregir estas malas posturas y mejorar las descompensaciones musculares.
Además, se verán involucrados grupos como la zona media o erectores que nos ayudan en gran media a paliar este tipo de dolencias comunes, un punto muy a tener en cuenta si pasas muchas horas sentado.
6. Reduce la probabilidad de lesiones
Junto a la corrección de las posturas y el aprovechamiento de sus beneficios directos comentados, el entrenamiento funcional también te ayuda a evitar las lesiones.
Una musculatura y unas articulaciones más fuerte, disminuirán el riesgo de padecer lesiones, tanto directas del entrenamiento como indirectas del día a día.
¿Dónde realizar entrenamiento funcional? (+2 beneficios)
Otro de los beneficios que podríamos incluir es la posibilidad de realizar estos entrenamientos en cualquier lugar.
Sí, hacer sentadillas, flexiones de brazos o carreras, entre otros, podrías hacerlo en casa, al aire libre o en un centro deportivo.
No obstante, recomendamos asistir a un centro de entrenamiento funcional, ya que podrás hacer uso de material del que quizás no dispongas de manera propia y que te supondrán un reto cuando hablamos de niveles entrenamiento.
Además, podrás socializar con atletas con quien compartes un fin común, y ese componente motivacional será de peso para conseguir tus objetivos, además de disfrutar mucho más cada entreno.
Y esto, te aseguramos, no será complicado, pues gracias al auge que está teniendo en los últimos años, es muy factible que puedes encontrar un centro que imparta esta modalidad deportiva cerca de tu ubicación.