Una de las grandes dudas referente al movimiento físico cuando una mujer se queda embarazada es la posibilidad de seguir o iniciarse a realizar entrenamientos para ayudar a llevar de la mejor manera su proceso de cambio.
A día de hoy, sabemos que no es estrictamente necesario abandonar cualquier actividad (a menos que así nos lo indiquen los profesionales) en el caso de que la estés realizando.
Pero una de las formas para lograr una mejor adaptación a esta nueva etapa de la vida será la práctica regular de ejercicio físico, principalmente de ejercicios de fuerza.
Entonces, ¿qué beneficios tiene el entrenamiento de fuerza durante el embarazo?
Apóyate en profesionales
Antes de ver sus beneficios, deberás saber que sea cual sea tu caso, es importante que durante el embarazo te pongas en manos de profesionales de la salud.
Ellos te guiarán durante los meses en los que tu cuerpo experimentará cambios significativos, por lo que deberás confiar en ellos tanto tu salud como la del bebé.
De la misma manera, deberás asegurarte de que estos entrenamientos de fuerza sean para ti y no suponga un riesgo durante el proceso.
Beneficios de entrenar la fuerza durante el embarazo
Es común ver clases y actividades específicas dirigidas a este colectivo, concretamente destinadas a trabajar la musculatura del suelo pélvico y a ayudar con una mejor movilidad durante los meses de espera y post parto.
1. Protección de la zona baja de la espalda
La mayoría de las mujeres embarazadas aquejan dolores una vez se va desarrollando el bebé en el interior del útero.
Principalmente, esto viene causado por la descompensación corporal (desplazamiento del centro de gravedad) provocada conforme se desarrolla el feto (aumento de la lordosis lumbar y anteversión pélvica).
Así, un correcto trabajo para desarrollar la zona baja de la espalda, no solo la fortalecerá, sino que puede ayudar a la preparación del parto.
También será importante el trabajo de la cadena posterior, ya que grupos musculares como aductores y abductores intervienen en el momento del parto, por la postura de piernas que hay que mantener, por lo tanto, es muy beneficioso realizar ejercicios de fuerza con este objetivo.
Así mismo, ejercitar músculos como los gemelos, por medio de un trabajo de fuerza localizado, ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
Una buena idea para trabajar la cadena posterior (aunque no sea fuerza directa), y mejorar la circulación, es realizar spinning. Sí, spinning y embarazo pueden ir de la mano para ayudarte en este proceso y fortalecerá también tu musculatura.
2. Alivia la tensión
Los ejercicios de relajación ayudarán a aliviar la tensión, y a ganar mayor tranquilidad en este proceso.
«El ACOG recomienda 150 minutos mínimos de actividad de intensidad moderada cada semana. Incluyendo la práctica de ejercicios de fuerza.»
Además, hay estudios que indican que el ejercicio de fuerza no supone un riesgo para la mamá o el feto, sino que brindan muchos más beneficios de los que se pudieran pensar.
3. Parto más corto
Hay estudios que indican un claro beneficio en las mujeres que se han mantenido físicamente activas durante los meses de embarazo, repercutiendo directamente sobre el tiempo del parto.
Esto consigue, en gran medida, un acortamiento de la primera fase de dilatación (estudio). ¿Conocías este dato?
4. Mejor preparación del parto
Un entrenamiento de fuerza enfocado en el desarrollo del suelo pélvico ayuda a mejorar la fase de expulsión del bebé durante el parto.
Además, esto ayudaría a evitar una posible episiotomía (incisión que se hace en el perineo durante el parto).
Con esto presente, deberás tener en cuenta que el entrenamiento de fuerza y/o cardiovascular para una mujer embarazada va a depender mucho del estado de forma previo de la mujer y de cómo responda su cuerpo durante el embarazo. Cada cuerpo y cada situación es diferente.