«Cuando seas padre comerás huevos». Esta frase típica de la jerga española nos incita a pensar que los huevos son un un bien preciado y hay que limitar su ingesta, desde mi punto de vista y aprovechándolo para este artículo, claro.
La nutrición humana es una ciencia relativamente «nueva», lo que conlleva que a nivel científico y en las investigaciones exista cada vez mayor avance.
Esto permite conocer nueva información sobre cómo afectan los alimentos o las estrategias nutricionales a las personas, pero también ejerce una acción desmintiendo varias recomendaciones nutricionales que se daban antiguamente, como pueden ser:
- Hay que hacer 5 comidas al día, sí o sí.
- El desayuno es la comida más importante del día.
- Comer muchos huevos a la semana es malo.
En este caso, vamos a centrarnos en la recomendación de los huevos. Limitar su ingesta se hacía y se hace con la intención de mejorar el perfil lipídico de la persona y como prevención de eventos cardiovasculares.
Si te salía el colesterol alto, te limitaban o prohibían la ingesta de huevos hasta uno a la semana.
Si no tenías ningún parámetro alterado se te recomienda no sobrepasar la ingesta de 3-4 huevos a la semana, para prevenir. ¿Son correctas estas recomendaciones?
¿Por qué se dice que es malo comer muchos huevos?
Es sabido que hay distintos tipos de grasas, siendo las saturadas las «peores» vistas.
Es cierto que muchas de las grasas saturadas pueden ejercer un efecto negativo sobre nuestra salud si se consumen en exceso o por encima de otro tipo de grasas, como las monoinsaturadas, por ejemplo.
Pero también es cierto que existen grasas saturadas las cuales se está observando que pueden llegar a tener efectos positivos sobre nuestra salud en su justa medida.
Además, hay que recordar que en el mundo de la nutrición siempre se busca «culpables» a la obesidad y enfermedades asociadas.
Estos culpables siempre han sido las grasas y el azúcar. De ahí que siempre encontremos productos en los supermercados que van desde: 0% materia grasa o light, hasta «Sin azúcares añadidos» o «Zero» directamente.
También ha evolucionado los biomarcadores que predicen o informan del riesgo de sufrir un evento cardiovascular.
Van variando los límites en los parámetros o directamente cambian. Tener el colesterol alto puede deberse a varios motivos, y dependiendo de cuánto de alto esté o cómo esté, puede significar una cosa u otra.
Al final, al ser el colesterol una grasa, las recomendaciones dietéticas iban en la dirección de disminuir al máximo las grasas de la dieta para prevenir enfermedades.
Debido a la grasa saturada que contiene el huevo, este fue uno de los alimentos más afectados.
¿Mito o realidad?
Lo cierto es que es un mito. En principio y en población sana no hay un límite de huevos al día o a la semana, al igual que no hay un límite de aceite de oliva.
Es decir, una persona sana no va a enfermar por consumir 6 o 10 huevos a la semana, ya que eso va a depender del cómputo global de su alimentación y estilo de vida.
Por ejemplo, una persona que no consuma huevos, pero no sea físicamente activa o lleve una mala alimentación, tendrá mucho más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que una persona que lleva un estilo de vida saludable y consuma 10 huevos a la semana.
Por lo que el problema no son los huevos que consumimos, sino el estilo de vida que llevamos.
Demonizar un alimento o pensar que un alimento en concreto puede condicionar tanto nuestra salud gravemente es un error, ya que intervienen muchos más factores.
Igualmente, cualquier alimento en exceso es algo negativo, puesto que estará desplazando a otros alimentos y sus nutrientes de nuestra alimentación.
No hay problema en consumir 6-8 huevos a la semana, pero tampoco sería algo óptimo o incluso saludable consumir 20 huevos a la semana, al igual que tampoco lo sería consumir 1 litro de aceite de oliva a la semana.
En nutrición, como siempre, dependerá del contexto de la persona y su estilo de vida en general lo que conllevará tener un mayor o menor riesgo de enfermar.