El joven atleta de CrossFit Games, Jacob Morris, falleció hace unos días con tan solo 18 años, solo unas semanas después de someterse a una cirugía cardíaca.
A finales de 2017, Jacob descubría que tenía una válvula aórtica bicúspide y un corazón ’agrandado’. Después de hacerse una prueba de esfuerzo y una resonancia, la familia y los médicos determinaron que podría continuar entrenando de manera segura.
Jacob Morris continuó con sus entrenos de CrossFit, llegando incluso a finalizar segundo en la división Boys 16-17 en el Open 2019, clasificándose así para los CrossFit Games.
Justo un mes antes de que Morris viajara a Madison, su médico solicitó otra resonancia magnética para asegurarse de que su corazón podría resistir el estrés al que sería sometido. Todas las pruebas mostraron que sería seguro para él competir.
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Jacob pudo estar en Madison, donde logró terminar en el séptimo lugar de su división. Pero solo unas semanas más tarde, su médico determinó que necesitaría cirugía. Después de un aplazamiento debido a un resfriado, fue operado para reemplazar su válvula.
Hace apenas cinco días, Jacob parecía recuperarse donde escribía:
“Esta historia está lejos de terminar. Todavía tengo 8 semanas más hasta tener autorización para pensar en hacer ejercicio.
Ser tan vulnerable como soy en estas fotos realmente pone las cosas en perspectiva.
Siento que Dios me ha estado mostrando que soy mucho más que un atleta y que soy bueno en CrossFit. Siento que él me está preparando un camino en todo esto. Estoy agradecido de que esto haya sucedido. Sé que me está convirtiendo en quien quiere que sea ”.
Jacob estaba emocionado de volver a entrenar CrossFit, compartiendo su pensamiento en redes sociales solo dos días antes de que falleciera por complicaciones posteriores a la cirugía. Pero su vuelta nunca llegó.
