Cuando hablamos de que la nutrición debe de ser personalizada para cada persona nos referimos justo a eso, a individualizar la alimentación a los gustos, estilo de vida, necesidades y objetivos de cada persona por separado.
Esta personalización se realiza gracias a la información científica que tenemos acerca de la nutrición y que nos permite modular la dieta en función del contexto personal de cada sujeto.
Sin embargo, existe otro factor diferenciador a la hora de pautar una alimentación y es el género de la persona.
¿Sabías que la mayoría de los estudios científicos sobre alimentación/suplementación para el deportista están realizados únicamente en hombres? Esto plantea una serie de dudas a la hora de trasladar estas recomendaciones también a las mujeres, debido a las evidentes diferencias fisiológicas entre ambos géneros.
Por ello, vamos a sintetizar las principales diferencias que existen entre hombres y mujeres a nivel fisiológico y que, por lo tanto, también tiene una afectación en su alimentación.
Diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres
Las principales diferencias fisiológicas que afectan a la alimentación de hombres y mujeres son diversas. La principal y determinante es el distinto entorno hormonal que existe.
Por un lado, una de las principales hormonas masculinas es la testosterona, con una gran influencia en el tejido muscular y la fuerza. Sin embargo, las mujeres carecen de estos niveles de testosterona y, en su lugar, contienen estrógenos y progesterona. Ambas hormonas emulan el papel de la testosterona en las mujeres, aunque no con tanta potencia.
Además, esta diferencia hormonal y anatómica también es debido a que las mujeres tienen la posibilidad biológica de gestar un nuevo ser humano.
Estos datos explican un poco mejor el porqué de las siguientes diferencias entre ambos géneros:
- Las mujeres tienen mayor masa grasa en proporción a los hombres. Las mujeres sanas rondan entre el 18 y 25% de grasa corporal mientras que los hombres sanos el 12-15%. Este mayor acúmulo de grasa en las mujeres es debido, en parte, para proveer al cuerpo de la energía necesaria para llevar a cabo el embarazo y la lactancia del futuro bebé.
- Al tener más porcentaje graso, las mujeres presentan un menor porcentaje de masa muscular que los hombres. Que, junto a las diferencias hormonales, también tienen menor fuerza.
- Las mujeres presentan un ciclo menstrual que provoca una variación del entorno hormonal que puede afectar tanto al rendimiento, como a las sensaciones y apetito de una manera más continua que en hombres.
Estas diferencias fisiológicas se ha observado que pueden traducirse de la siguiente manera a nivel nutricional:
- Al tener mayores reservas de grasa, parece que las mujeres también saben utilizar mejor este nutriente que los hombres. Es decir, metabolizan con mayor facilidad las grasas como fuente de energía.
- Sin embargo, aunque «quemen» más, también las almacenan con mayor facilidad. Pero es un dato interesante a tener en cuenta en ejercicios de intensidad media.
- Se ha observado que las mujeres necesitan un 10% menos de proteínas diarias que los hombres para mismos objetivos, posiblemente porque son más eficientes a la hora de metabolizar la proteína. Aunque este dato está aún en observación.
- Debido al sangrado menstrual y al propio deporte, las mujeres deportistas precisan de una mayor ingesta de hierro para suplir dichas pérdidas.
- Además, las mujeres deportistas también necesitan prestar atención a algunos nutrientes que, debido a su entorno hormonal y fisiológico, pueden estar en riesgo de sufrir déficit. Nutrientes como el calcio, el zinc, la vitamina D y el hierro ya comentado.
Estas son, de manera resumida, algunas de las diferencias más significativas a la hora de alimentar a una mujer deportista. Además, también tienen un efecto en el progreso y la recomposición corporal de la deportista.
Es por ello por lo que es sumamente importante acudir a profesionales especializados en la mujer deportista para que te puedan aconsejar y ayudar lo mejor posible.
Más adelante ahondaremos más en cada diferencia por separado, para arrojar más luz en este tema poco conocido.