plato real food de salmon con verduras comida real
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Puede que desde hace cierto tiempo hayas venido escuchando terminologías como «ser realfooders» o alimentarse a base de «comida real», pues este tipo de conceptos están llegando a todo tipo de público y cambiando la vida de miles de personas, pero… ¿sabes realmente qué es el real food o realfooding?

¿Qué es el Real Food o movimiento Realfooding?

Aunque a priori este tipo de términos puedan sonar novedosos y han empezado a ser escuchados desde hace unos años, si hiciéramos una comparativa con la cocina de vanguardia, el «realfood» sería la comida tradicional, la de tu queridísima abuela.

(Por cierto, si tienes la oportunidad, llámala y dile que la quieres mucho. Es bastante más importante que leer esto. Después, si te interesa, puedes volver y seguir leyendo).

Como te decía previamente, este concepto no es nada nuevo, ya que nació hace varios años a mano del dietista-nutricionista Carlos Ríos, cuyo objetivo con este movimiento, no era ni más ni menos que el mejorar la salud y calidad de vida de las personas.

Este propósito lo lograría mediante una dieta basada en alimentos con un procesamiento mínimo, ingredientes de calidad, y por último pero no menos importante, reduciendo todos aquellos productos ultraprocesados que encontramos con tanta facilidad en nuestro día a día.

Bases para una comida real

Tal y como hemos visto en el párrafo anterior, tenemos una idea del tipo de alimentación que aboga este estilo de vida. Sin embargo, vamos a profundizar un poco más en las bases.

Podríamos dividir los alimentos que vamos a encontrar en 3 grupos, los cuales son:

1. Comida real

Toda aquella que obtenemos directamente de la naturaleza, sin que se dé ningún tipo de procesamiento en el alimento.

Este grupo debe ser el que predomine y forme la base de cualquier tipo de dieta.

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Algunos ejemplos de este tipo serían: huevos, legumbres, fruta, verdura, carne, pescado…

2. Buenos procesados

En esta categoría incluiríamos aquellos alimentos que han sufrido algún tipo de manipulación industrial o, en su defecto, por parte del ser humano, sin que su calidad o condición de alimento saludable haya cambiado, pues este tipo de procesamiento ha alargado su condición de vida útil o ha facilitado su consumo.

Podríamos considerar buenos procesados algunos productos como: yogures, gazpacho, conservas, verdura congelada, crema de cacahuete

3. Ultraprocesados

Son todo lo opuesto a la comida real, es decir, sufren diferentes tipos de procesamientos y se añaden gran cantidad de ingredientes que combinados entre sí, forman un producto hiperpalatable.

Estos burlarán nuestro umbral de la saciedad y nuestra capacidad de control a la hora de consumirlo.

Además, una ingesta en grandes cantidades y prolongada en el tiempo tendría efectos perjudiciales para nuestro cuerpo.

Es por eso que se recomienda que su ingesta no suponga más del 10% de nuestra alimentación.

Un ejemplo claro serían aquellos productos como: donuts, galletas, refrescos y/o bebidas alcohólicas, etc.

Tips para diferenciar un producto más o menos recomendable

Hemos diferenciado las bases de la comida real, pero ¿cómo podemos agilizar el proceso de cara a diferenciar un alimento que pueda ser más o menos interesante en términos de salud?

La regla de los 5 ingredientes

Como bien indica Carlos Ríos, si un alimento tiene en su etiquetado más de 5 ingredientes, hay más probabilidades de que pueda ser considerado ultraprocesado.

Fíjate en los primeros ingredientes que encuentres en el producto

Cuando vamos a analizar el etiquetado de un alimento, el primer ingrediente que encontremos será el que esté presente en mayor cantidad, por lo que si lo primero que observamos son harinas refinadas, aceites vegetales o azúcares -en sus diversas formas-, debemos ser conscientes que son aquellos componentes que más abundan en el producto.

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Aditivos

Hay algunas sustancias que se añaden a los alimentos de cara a alargar su vida, sin embargo, muchos de estos ingredientes pueden ser perjudiciales para nuestra salud, por lo que si aparecen en grandes cantidades, podría ser mejor evitar la ingesta de ese alimento.

Sentido común

Tanto en la vida, como en la alimentación, creo que es lo más importante.

Probablemente no necesites leer este artículo para saber que un donut es un producto menos saludable que una manzana.

Beneficios de practicar el real food o basarte en comida real

Podríamos decir que los beneficios de este tipo de alimentación son innumerables, por lo que aquí te dejo algunos de los más relevantes desde mi punto de vista:

  1. Reducción de desarrollo de enfermedades que tienen una relación súper importante con la alimentación, como diabetes o hipertensión arterial.
  2. Obviamente, hay alimentos que tienen un coste más elevado. Aun así, en términos generales este estilo de vida puede llegar a ser bastante más económico que uno basado en ultraprocesados.
  3. Mayor aporte de micronutrientes en nuestro día a día.
  4. Generalmente, habrá un consumo más elevado de productos frescos.
  5. Mecanismos como el sistema inmune o el control hormonal se verán mejorados.

comida real con aguacate para real food

¿Es el realfooding apto para CrossFit?

Aunque hayamos clasificado los alimentos previamente, debemos de tener en cuenta varios matices, y es que no debemos caer en el reduccionismo de etiquetar a los alimentos como «buenos» o «malos», ya que estaríamos obviando algunos de los pilares de la nutrición, y reduciéndolo todo a una dicotomía de blanco o negro.

Una de las claves dentro del mundo de la dietética de cara a tener éxito en nuestras metas, es la individualización y la contextualización de la alimentación dentro de nuestro estilo de vida y nuestros objetivos.

A pesar de que somos conscientes de que hay alimentos que tienen una composición en cuanto a ingredientes de peor calidad, también debemos tener presentes que pueden llegar a ser más o menos interesantes en función de factores como requerimientos energéticos, umbral de la saciedad, timing, etc.

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Por ejemplo, un zumo no sería la mejor forma de consumo de una naranja de cara a población general, ya que estamos eliminando procesos súper interesantes como la masticación, consumiendo una cantidad de fibra menor o disminuyendo nuestra saciedad.

Sin embargo, de cara a un deportista que requiera de un consumo elevado de calorías en su día a día, o incluso busque que se produzca un pico de glucosa en sangre post-entreno, podría ser una opción más que apta.

Recetas realfood o comida real que deberías probar

Como bien sabes, si buscásemos la mejor receta del mundo jamás nos pondríamos de acuerdo, pues es algo muy subjetivo, ya que entran en juego los gustos y aversiones de cada uno.

Aún así, prometo que estas ideas no van a defraudarte:

  1. Chips de boniato al horno.
  2. Salmón al curry.
  3. Frittata de patata, pesto y queso feta.
  4. Gazpacho de remolacha.
  5. Pasta al limón con rúcula y parmesano.
  6. Ensalada de legumbres con verdura y especias marroquíes.

Real Food: ¿salud o es una moda?

Desde mi punto de vista, un estilo de vida que podría tener origen en épocas como el paleolítico (sí, a mí también me gusta la lasaña, pero no creo que nuestros antepasados la consumieran) jamás podría ser considerada una moda.

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Llevamos escuchando desde hace años términos que se asocian a restricción («estar a dieta», por ejemplo) que además de muchas veces tener una connotación negativa, y que puede llegar incluso a relacionarse con trastornos de la conducta alimentaria, es completamente errónea en mi opinión.

¿Por qué pienso eso?

Es tan simple como que nadie va a «estar a dieta» de por vida, independientemente de los objetivos que tengamos.

Es decir, lo más importante es establecer unos hábitos que podamos mantener durante la longevidad, y que estos nos sitúen cerca de nuestros objetivos, manteniendo una gestión emocional y unos niveles de salud óptimos.

Supongamos que quieres perder una cantidad determinada de kg, una vez lo has logrado, restringiendo determinados tipos de productos, vuelves a tu antiguo estilo de vida y, por ende, vuelves a todos esos malos hábitos que dificultan mantener tu composición corporal, hasta que poco a poco, vas recuperando tu estado de forma previo.

Corrientes actuales como la que hemos visto en este artículo, sumadas a la gran facilidad que nos aporta esta era digital que estamos viviendo para poder transmitir información en nuestro día a día, hacen que no solamente la población esté cambiando -y mejorando- hábitos, sino que además los estén manteniendo a largo plazo gracias al constante auge por mejorar nuestra calidad de vida.

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