La fuerza es un componente importante para la salud y el bienestar general, y es un trabajo que a pesar de dicha importancia suele descuidarse a favor de lo estético, sobre todo en mujeres.
Así mismo, a menudo se cree que el entrenamiento de fuerza es solo para hombres o para personas que buscan ganar masa muscular significativa. Pero nada más lejos de la verdad.
El entrenamiento de fuerza tiene muchos beneficios para la salud, incluido en mujeres, donde además puede estar adaptado a cualquier objetivo o nivel de habilidad, lo que lo hace aún más global.
Por ello, te presentamos algunos tips que, como mujer, te ayudarán a incorporar el entrenamiento de fuerza en tu rutina, además de ser razones de peso para no desvincularte nunca más de ello.
5 TIPS para entrenar la fuerza en mujeres
1. Establece tus metas
Antes de comenzar cualquier entrenamiento de fuerza, es importante saber exactamente lo que quieres lograr. ¿Quieres aumentar tu fuerza en general? ¿Quieres mejorar tu rendimiento deportivo? ¿Quieres tonificar tus músculos o aumentar tu masa muscular?
Sea cual sea tu objetivo, es importante tenerlo claro desde el principio para poder establecer un plan de entrenamiento adecuado y medir tus progresos.
De lo contrario, pueden llegar las frustraciones al no ver resultados o consecución de objetivos, y con ello abandonar.
2. Haz ejercicios de cuerpo completo
A menudo, las mujeres se centran en ejercicios de tonificación y cardio, pero la fuerza es igual de importante.
Los ejercicios más generales y funcionales, como las sentadillas, el peso muerto, press de banca o remo con barra, trabajan varios grupos musculares al mismo tiempo y te ayudarán a aumentar tu fuerza de manera más efectiva.
Además, te ayudarán a quemar más calorías al realizar un trabajo con un aumento muscular significativo.
Además, y como otro punto importante, estos ejercicios también te ayudarán a mejorar tu postura y reducir el riesgo de lesiones.
Y no, no tengas miedo a realizar un entrenamiento de press de banca por miedo a perder la forma de dicha zona. Esto es totalmente absurdo si atendemos a nuestra anatomía. Puedes conocer más detalles en este artículo sobre el entrenamiento de pectoral en mujeres.
3. Olvídate de grandes músculos
Quizás uno de los puntos más importantes, el miedo que tienen muchas mujeres a desarrollar músculos grandes y verse más ‘masculinizadas’ si realizan un entrenamiento de fuerza. Debemos decirte alto y claro, esto está totalmente infundado.
Bajo una misma estructura muscular, las mujeres producen mucha menos testosterona, que es una hormona encargada de promover el crecimiento muscular, por tanto y por otros muchos factores (valores de fuerza, composición corporal…), no vas a ponerte como un hombre por realizar un entrenamiento pesado.
Saca de tu mente ese cuerpo musculado llevado al extremo. Solo podrás conseguir una mayor tonificación de tu musculatura y una mejor funcionalidad gracias a ello.
4. No tengas miedo de aumentar la intensidad
A medida que vayas mejorando tu fuerza, es importante aumentar la intensidad de tus entrenamientos para seguir progresando.
Esto puede incluir desde aumentar el peso que levantas o hacer más repeticiones, hasta reducir el tiempo de descanso entre series.
Si sientes que estás estancada, no tengas miedo de aumentar la intensidad de tus entrenamientos para seguir progresando, pues lo que harás seguir mejorando tu físico y con ello, obteniendo enormes beneficios en todos los ámbitos.
5. No olvides descansar
El descanso es una parte importante de cualquier entrenamiento de fuerza. Durante el mismo, tus músculos se reparan y crecen, por lo que es esencial tomarlo en serio.
Una opción recomendada es dejar al menos un día o dos de descanso para el trabajo del mismo grupo muscular, así como para un descanso general y una correcta recuperación de nuestros sistema nervioso.
Con la misma importancia, asegúrate de dormir lo suficiente cada noche para permitir que tus músculos se recuperen adecuadamente y sentirte con energías.